viernes, 30 de diciembre de 2011

Jimmy Joe

Por años ese fue el apodo que utilicé para referirme a mi abuelo...
El 16 de diciembre en la mañana, mi mamá me despertó para avisarme que mi abuelo había muerto en la noche. La muerte le llegó estando dormido y fue un infarto.
Nunca antes había tenido contacto con una muerte en mi familia... nadie muy cercano había muerto hasta que la muerte se llevó a Jimmy Joe.
Un hombre duro, complejo, gritón, duranguense, apasionado del americano siendo fan de los Delfines de Miami, le gustaba el fútbol y apoyaba a las Chivas, malhablado, poco afectuoso, izquierdista, pejista, cardenista y siempre mentando madres del gobierno. Lector de la Jornada, el Excélsior, el Proceso y ocasionalmente del TVNotas que dejaba mi abuela en el baño.
Los últimos 6 años de su vida fueron cruentos; un cáncer de próstata con múltiples secuelas; un problema de columna con varias cirugías y por último una fractura de fémur que se ocasionó porque se paró a apagar el multicontacto pues "pagaba un mundo de luz".... tuvo varias cirugías posteriores a la primera de fémur por refracturas... al final perdió 3 cm de altura de una pierna y tuvo que usar un "tacón" en un zapato...
Un hombre que recuerdo como el más fuerte del mundo, el que más anécdotas de juventud tenía con todas las "aventuras que vivió en el norte del país donde trabajo para CFE poniendo electricidad para todos los que no tenían en ese entonces". Nunca he conocido a alguien que tuviera más respeto y cariño por su lugar de trabajo, mismo que cuando dejó por su jubilación, le ocasionó un infarto ese merito día...
Ese día logramos despedirnos de él. TODOS. Lo abrazamos en su cama, le lloramos mucho y esperamos a que fuera toda esa pesadilla llamada Velorio.
Tuve que aguantarme las lágrimas mientras hablaba con las diferentes opciones de funerarias para preguntar costos y procedimientos.
Mi último contacto con él fue una llamada para ver en qué vuelo de avión iría yo con mi hermano para que él y mi abuela compraran el mismo para que por fin cumpliera su sueño de conocer Buenos Aires. Yo lo empujaría en su silla de ruedas allá.
Ya no conocerá esa ciudad y me da mucha tristeza.
Lo cremaron al día siguente.
Pocas cosas hay tan difíciles como ver que alguien que tenía una voz, un ser, una personalidad termine en una caja de cenizas...
Si no tuviera fe pensaría que no hay cosa más desoladora. Creo que mi abuelo está con Dios. Seguro pensó "creo que están exagerando" como siempre decía.
Sus nietos más pequeños lloraron mucho, le tomaron fotos y le contaron cuentos.
Yo no pude hacer nada más que llorar y dejar de llorar a ratos.
Mi abuelo y yo no fuimos los más cercanos... pero tenía en el espejo de su cuarto mi tarjeta de presentación y eso me rompió el corazón (para bien).

La fe está sacándome del hueco de tristeza y me encantaría que mi abuela sintiera lo mismo.
Me he mudado con ella por un tiempo...
Espero que se le sane el corazón en algún momento.

Nos vamos a Buenos Aires el 28 de enero....
Nos iremos a un show de tango en tu honor Jimmy Joe, como querías.
Que Dios te tenga en su gloria y ya nos estaremos viendo en algún momento.
Te quiere,
Marianilla.