Sin receta...

La cocina suele ser algo de feeling... un día abres tu refrigerador, ves los ingredientes que hay dentro, y decides mezclar ese jitomate deshidratado, con un poquito de esa crema que sobró, tal vez el orégano que había en un frasco en tu alacena, un poco de pasta que se cuece en 10 minutos, el vino restante de la cena anterior y oh sorpresa! tienes una pasta fabulosa... hecha de los "restos" de otro momento.
Esa comida se parece al amor, algunas veces... conoces a alguien que carga algunas "sobras" de años anteriores, que mezclados con los tuyos, se convierten en una receta maravillosa... a veces funciona y otras no...
Los amores pueden ser como distintas recetas:
Amor salteado: uno junta los ingredientes del otro, con los propios.... nomás se tiene todo listo (el mise en place que le llaman), se echa todo al wok y listo... eso funciona... la preparación es larga, pero la cocción es breve y se tiene listo en poco tiempo...
Amor italiano: se necesitan pocos ingredientes, pero de la mejor calidad.... la cocción y sazón deben ser perfectas, pero no es complejo en técnica... un clásico y para todo mundo.
Amor pan: necesita poquísimos ingredientes, pero mucha paciencia y técnica.... amasar, amasar y amasar... esperar que leude, luego más amasado, dar forma.. un amor lento, pero seguro.. con una recompensa majestuosamente simple.
Amor estofado: mi favorito... ingredientes variados, verduras, proteína, vino u otro líquido, perfecta sazón... mucho tiempo de cocción, de preparación, de espera.... pero ese es el perfecto.. el momento en que ese estofado está listo, sabes que todo el tiempo que le diste para que estuviera listo, valió la pena... no hay más que pedir... salvo una copa de vino y suspirar porque todo lo que necesitas está en ese plato (o persona)...

... Tiempo entonces.
...... Y feeling. Pa que sepa.