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viernes, 17 de febrero de 2012

Buenos Aires parte 2


La comida....
OHHHH la comida!
Cuando alguien dice: voy a ir a Argentina... en qué piensa  inmediatamente usted, amable lector?
En CARNE.
Kilos y kilos de deliciosos cortes con distintas cantidades de grasa, de diferentes partes de la res, con fibras suaves o firmes. El delicioso sabor ligeramente ferroso de una carne a medio cocer.. uff
Sí! Las parrillas argentinas son lo que prometen y más. Carnes deliciosas, perfectamente sazonadas, acompañadas de alguna que otra guarnición que es nomás un acompañante, pues las carnes son pintura y marco a la vez. no necesitan contención, ni compañero... bueno, tal vez un vino. 
Siempre un vino.

OHHHH el vino!
Mis casi 28 años han llevado una vida de excesos culinarios... chocolate, vino, carnes cargadas de colesterol y triglicéridos, ferrosas, muchas verduras indigestas, condimentos fuertes... y hoy en día puedo platicarle el gran penar que me acecha... ya no estoy hecha para tomar vino... y eso, lo descubrí en Argentina.
Mi tripa pedía a gritos que dejara de beber o cobraría venganza funesta... dolor, gruñidos, malestar constante.. bebía una copa y al día siguiente necesitaba un puré de verduras y un caldo de pollo. La verdad eso es lo que me PEDÍA la tripa ingrata, pero yo seguía dándole helados, más carne, risottos, pescados, ensaladas.... aguantó y me guardó respeto.. todavía sabe quién manda en este pueblo...
Tuve que dejar el vino un rato, pero eso no evitó que pasara a comprar una dotación de varias botellas, que llegaron a los dos dígitos en cantidad.

Alfajores, más helados, aguas minerales con gas, de una deliciosidad (existe?) que no puedo platicarle a usted. Soy fanática del agua simple.. ME ENCANTA! puedo beber litros y litros (bueno, hasta donde el riñón permite) y no cansarme. El agua de Argentina es simplemente MARAVILLOSA! el mejor balance sales- líquido que he encontrado, después de la deliciosa agua de la llave de Londres y de NY.

Pizzas y risottos... OHHH los risottos.. perfectamente cocinados cada uno de ellos. cremosos, caldositos, brillantes, suaves e intensos a la vez.
Las empanadas... maravillosas... el secreto está en la masa y no tanto en el relleno, me atrevo a decir... un relleno rico puede hacerse de muchas cosas, empezando con un delicioso queso.. pero una buena masa? tarea difícil.

La vida es fabulosa cuando uno está de viaje... de verdad que sí lo es.


Mi única queja de la cocina argentina fue su restaurante "estrella" o por lo menos el más caro de la ciudad... TOMO I se llama... $130 USD por persona, más propias y más bebidas (fuera del agua).
La comida, simplona, rica, pero simplona, platos sin intención ni decoración.
Ingredientes de buena calidad, pero llevados nada más a poquito... sabores repetitivos... los mismos brotes en 4 platos, crema de coliflor y luego salsa de coliflor acompañando a un solomillo... Eso no se hace! hay que SORPRENDER! habiendo tanto en la naturaleza y repetir 4 ingredientes en 9 tiempos? eso es querer sacar los sobrantes que teníamos! no buscar que realmente la cocina brille.
El servicio muy bueno, el lugar agradable, la música no tanto... Un postre COMPARTIDO entre los tres comensales.. eso es un CRIMEN! poner un postre comunitario? no señores! eso debería de ser penado. Además de compartido, sin chiste alguno... una tristeza para alguien como yo,con un sweet tooth impresionante.

A alguien le falta amar su cocina, la pasión, el arte, las ganas, la técnica, los recursos naturales... eso que he visto en muchos lugares que cobran mucho menos que en TOMO I y dejan con un gran sabor de boca al final de la cena.
Un lugar lindo, pero descuidado... buen servicio y comida un poco sosa. No se lo recomendaría a nadie... ni aunque tuvieran 130 USD para regalar.

El resto de los lugares en los que estuvimos, realmente ricos...

Sugerencias:
Prima Fila (Risotto con Langostinos y Salmón con risotto de Radiccio y de postre un Fondant de Chocolate y Merengue con Dulce de Leche)
Fervor (Entraditas de cortesía, Parrilla de Mariscos y Asado de Tira, Postre Volcán de Chocolate)
Sanjuanino (Empanadas TODAS, mi favorita, choclo y queso)
La Cabaña (papas soufflé, colita de cuadril y postre de chocolate y queso)
Restaurante del MALBA (Tés y panecitos)
Cafetería Las Ramblas (Huevos revueltos con jamón cocido)
Winery (vinos)
WalMart (según el taxista, los vinos de todos lados a los mejores precios)
Helados... todos.. mi favorito: frambuesa!




domingo, 1 de mayo de 2011

La Sole se va de paseo...

Soledad es mi segundo nombre...
No es broma... parece, tal vez lo sea.
Estoy sola, pero no solitaria.. ¿hace sentido alguno?
Me voy a NY en 12 días aproximadamente... Me acompañará una Moleskine de NY, una (varias) plumas, y un mapa (dos) de la ciudad.
Quiero ir a muchos lugares que ya no recuerdo ciertos... la primera vez que pisé la ciudad tenía 15 años (tengo 12 más que entonces). Volví hace 5 años, como rayo.
Redescubriré la ciudad, como vengo redescubriéndome desde hace ya algunos años, que ya pronto sumarán CINCO.
Un lustro de ser sin saber y ahora de ir sabiendo ser...
Clases de pastelería, lugares, restaurantes y calles, calles, calles... de gente, gente, gente.... museos de cosas, cosas, cosas.
Qué hubiera sido de mí si de verdad el plan que tenía lo llevaba a cabo y rabo... nada. un bosquejo de lo que soy hoy. Muchos viajes, demasiados.... más de los que puedo digerir.. creo que estoy todavía dándole las últimas mordidas a mi primer viaje solita a España hace ya 5 años...
5 años... todo comenzó en Europa, en España, en Barcelona.... Uno entra a una chocolatería y decide que quiere hacer algo diferente de su vida.
Deja su vida pasada, como la víbora que deja su piel anterior.
Así fue.. 5 años después, ya casi 6, la piel anterior ya no me queda... ya conocí, viajé, leí, bebí y comí mucho más de lo que podía haber deseado.
Falta más, mucho más.. no sé cuánto, ni la dosis.. sé que sigue, que falta, que viene.
Así es.. me voy a NY. la ciudad que nunca duerme... así como mi amor por la gastronomía y todo lo que la rodea... creo que no es un mal sitio para ir a recargar pilas...
Allá estaré un mes.. tiempo suficiente para todo y para nada.
Les contaré qué tal va el viaje... qué tal va la vida...
Qué tal me cae NY al cuerpo... espero que bien.
La Sole se va de paseo, a la ciudad del todo... llena de nada, para regresar completa.
Buena semana.

jueves, 13 de enero de 2011

Entre barcos te veas...

Desde el año 2000 mis padres, hermanos y yo nos hicimos adictos a viajar en crucero.
Mi tío hizo en el 98, un viaje por en Caribe en barco como parte de su luna de miel. Volvió con el video, y la familia de en ese entonces 20, nos sentamos a ver lo que pasaba en un barco.
Nos quedamos muy emocionados, y decidimos planear un viaje en familia, para el año 2000.
La naviera, resultó ser Royal Caribbean, allí iba el grupo de 21 mexicanitos (uno más había llegado a la familia, justo el hijo de mi tío el de la luna de miel).
Nos encantó el viaje, hicimos absolutamente TODO lo que se hace en un barco... participamos en cosas como clases de baile de salón, concurso de panzasos (sí, participamos, sí, hay un concurso), fuimos a los tours que los barcos ofrecen, compramos joyas a"granel", compramos alcohol en su duty free, celebramos dos cumpleaños a bordo, comíamos todo el tiempo, pasábamos poco tiempo en las diminutas habitaciones interiores, veíamos los atardeceres en el helipuerto, o en los pasillos del barco, hicimos el simulacro y usamos el chaleco salvavidas de la habitación.
Han pasado ya 11 cruceros después de ese primero, y puedo llamarme una experta en este tipo de viajes. He hecho los destinos más lindos que hay (sólo me falta Alaska) como todo el Caribe, Sudamérica, empezando desde Chile y llegando a Buenos Aires, pasando por la Patagonia; hasta un Trasatlántico que empezó en Barcelona y culminó en Miami.
La primera vez que subí a un barco me trepé al Explorer of the seas, en ese entonces el barco más grande del mundo, cuya fascinación era, que tenía algo llamado Royal Promenade, que ra una "calle" central, en la cual habían tiendas y helados gratis casi las 24 hrs del día.
La experiencia de subirse a un barco es muy particular, son monstruos marinos, ciudades navegantes que te llevan por los mares de la Tierra, bajando en puertos que no conocerías de otra manera, puedes visitar en una semana 3 países diferentes, claro, con unas horas en sus ciudades costeras, pero para algunas de ellas, sólo unas horas bastan.

Cuando me pregunta la gente "y no te mareas?" la verdad es que muy poco.... son estructuras tan grandes, que no es como treparse a la lancha de fondo transparente de Acapulco... estás en un monstruo de millones de toneladas... claro que hay noches en las que se mueve más que otras, recuerdo una noche en el Atlántico, en la que se movía particularmente fuerte y sentía como si se arrullara el barco, pero bueno, estábamos en una tormenta en medio Atlántico, let´s give the ship a break.

Todos los barcos empiezan así:
1. Un día te ilusiona viajar en barco.
2. Juntas dinero y reservas una cabina, dependiendo de tu capital, elegirás el tipo de habitación. Hay consuelos para pobres y para ricos en el barco. Las habitaciones interiores son muy pequeñas, los baños son chiquitititos, pero pasarás mucho tiempo fuera de la habitación, entonces piensa en ella como "sólo la usaré para dormir", lo bueno es q como no hay ventanas, puedes dormir como bendito, porque la oscuridad resultante es maravillosa para el sueño. Si te puedes dar el lujo de pagar un poquito más, viaja en una habitación con vista al mar,ya sea una ventanita (que no podrás abrir) o una con balcón (en el cual podrás echarte a leer y ver el mar), o una suite mucho más grande que te hará pasar más tiempo en la habitación y menos afuera.... yo creo que puedes ir escalando en los costos de la habitación, si es tu primer viaje, la más baratona para que la misma cabina te empuje fuera del cuarto, y conozcas tu barco.
3. Te registras en línea desde los 90 días antes de tu salida y das tus datos para que la llegada al puerto y el registro final, sea mucho más rápido.
4. Llegas al puerto, das tus papeles, te piden una tarjeta de crédito de respaldo para tus gastos y voilá, te dan tu mágico SeaPass, que es la tarjeta que abre tu cuarto, te sirve para identificación, para hacer compras, en general para TODO. no tienes q usar efectivo, de hecho, no te lo aceptan en el barco.
5.Te trepas y a comer se ha dicho... pero unos minutos antes de salir... oh sorpresa el aburridísimo simulacro, donde te guían a la zona donde tendrías que llegar si hubiera una emergencia y te darían un chaleco salvavidas y te meterían en un bote... termina ese chow y a seguir con la comedera.
6.Comer, beber y hacer lo que se te pegue la gana...

Yo he aprendido varias cosas....
a) nunca hacer los tours q te venden en el barco, son malísimos y caros. Mejor en el puerto péscate a un taxista o a unos de los tours que estarán allí para ofrecerte el mismo tour del barco a una tercera parte.
b)Los barcos solían tener tiendas muy baratas dentro, pues son libres de impuestos, ahora ya no tanto, hay cosas en el caribe que son muuucho máss baratas fuera de él.
c)come temprano, hay dos turnos de comida, 6 y 830 o 9... yo prefiero temprano, pues así puedes saliendo irte al show y luego hacer lo q quieras.... leer, caminar, volver a cenar, beber.... y no sentirás que traes el pato o el cordero a medio esófago a la mitad de la noche.
d) diviértete y haz todo lo que se te antoje.... yo leo mucho y duermo más, voy a los shows, bebo las bebidas del día, como de todo, platico con la gente que trabaja en el barco, y me relajo.
e) hay puertos horrendos.. donde mejor se queda uno en el barco a disfrutar de sus instalaciones. pero eso sólo lo sabes hasta que bajas y conoces el puerto, por supuesto.

Amo viajar en barco, porque puedes conocer muchos lugares y decidir si valdrá la pena volver algún día, y te evitas la pena de pagar una vacación harto cara a X lugar y llegar y ver q está horrendo.
Yo seguiré viajando en barco hasta que se me acabe la vida... lo amo.. punto